þriðjudagur, mars 08, 2005

Que haga silencio la sombra de su cuerpo repetido, que se haga invisible su sonido mudo su melodía sorda, que se haga inconsistente su ausencia indescifrable y eterna, que se hagan polvo sus dientes con sangre de otros desconocidos.
Que se borren sus dedos ciegos de la escritura, que se detenga su figura vacía y se desvencije su estructura, que se desvanezca su silueta hueca, y entonces. Que invada tu cuerpo sonoro y lleno el espacio, que empujen tus piernas la inconsistencia de lo otro, que golpeen tus pasos en la madera, que retumben tus huesos y se vea
tu carne nueva de niña

1 Comments:

Blogger viruta said...

sólo puedo dejarle un aullido
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espero que lo reciba del mismo modo
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seguimo' andariegos sin prisa sobre la silenciosa tundra blanca
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olfateando

3/08/2005 9:57 f.h.  

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